El Desarme
El 19 de octubre es fecha señalada en la gastronomía ovetense: se celebra el Desarme, que es fiesta nacida nadie sabe dónde, ni cómo, ni cuándo, aunque abundan muchas teorías al respecto.
Para algunos data de la carlistada de 1836 cuando se pretendió tomar Oviedo y terminó con una gloriosa victoria nacional el 19 de octubre de ese año, circunstancia que le valió a la ciudad el título de Benemérita por decreto de las Cortes en 9 de enero de 1837.
Otros cifran la fecha del Desarme en años posteriores, posiblemente en el de 1856, con motivo de una revista de inspección que tuvo lugar el 6 de julio de dicho año en los campos de Lugo de Llanera. Parece ser que allí se reunieron las de Oviedo, Proaza, Avilés, Gijón, pola de Siero, Noreña, Tudela y Mieres y que una vez finalizada la misa, y tras posar las armas en los pabellones, los milicianos fueron apresados mientras comían. Manuel Álvarez y su esposa Eloína García, de Coruño-Llanera, conservan una litografía con data de 6 de julio de 1856 que conmemora el suceso comentado.
Una nueva versión enmaraña aún más la historia. Cuenta ésta que durante una de las guerras carlistas surgió la propuesta de celebrar una comida de confraternización entre las tropas contendientes, en la zona de Llanera, con el fin de iniciar un periodo de reconciliación futura. Lo que se pensó como idea bien intencionada no fue más que una hábil argucia para desarmar, durante la comida, a los contrarios.
Sea cual fuere la verdad lo cierto es que el Desarme constituye una de las celebraciones gastronómicas más importantes de Oviedo que, año tras año, va extendiéndose a otras comarcas asturianas próximas.
El menú, a tenor de lo impuesto por la tradición, consiste en garbanzos con bacalao y espinacas, callos a la asturiana y postres a base de arroz con leche, casadielles, frisuelos y borrachinos.
Una fiesta más que da sentido a la buena mesa de Asturias.